Siento teneros un poco olvidad@s, poro también añoro vuestros comentarios. Sois muchos los que me dejáis algunas palabras en este rincón del ciberespacio, pero sois más los que me leéis y os marcháis sin escribirme tan siquiera una línea. Por favor, sé que es triste de pedir, pero más triste es de robar, por eso no seáis malos y dedicad la mitad del tiempo que dedicáis a leer el blog escribiéndome ni que sean un par de líneas.
Bueno, lo que hoy quería contaros es una charla mensual que organizaron Santi y Sergio para debatir temas tan trascendentes como el presente y futuro de Honduras o el de la actual charla: qué puedo hacer yo para mejorar la situación de Honduras.
El número de asistentes era muy reducido, apenas una veintena, y nos reunimos en un restaurante del centro de la capital del país (qué mejor lugar para semejante hazaña).
Empezó hablando un catracho (así se autodenominan los hondureños) sobre política, argumentando que a todo el mundo interesa, aunque no lo reconozcan; entendiendo el concepto político en su más amplio sentido. Y sinceramente, no voy a resumiros 2 horas de debate, por diversos motivos, en primer lugar porque no dispongo de la memoria de mi amigo Miquel Piñol, y en segundo y tercer lugar para no aburriros y no aburrirme yo. Pasaré por tanto a escribiros las conclusiones a las que llegamos entre todos. En primer lugar vimos claro que ninguno de los presentes, ni siquiera en el hipotético caso de que nos organizáramos, íbamos a cambiar la realidad política ni social del país; pero sí vimos factible -y única vía válida- poner cada uno nuestro granito de arena por una Honduras más justa y libre, eso sí, únicamente desde la educación. Pero las barreras son enormes, para empezar la abrumante mediocridad de una buena parte de maestros de la escuela pública y los escasos esfuerzos del gobierno o la secretaría de educación para mejorarlos.
Como decía mi amigo Yago en un comentario en este mismo blog la única manera de cambiar una sociedad corrompida es destruyéndola y creándola de nuevo, o lo que significa lo mismo, reeducando la sociedad desde las generaciones más jóvenes, inculcándoles el deseo de construir una sociedad mejor entre todos. Si cada persona pode su grano de arena al final se consigue un desierto. Si cada uno deja caer una gota de agua dulce en el mar, éste se convierte en un lago sin fronteras.
Todos teníamos muy claro que queremos una Honduras mil veces mejor, pero qué queremos exactamente? Y ahí ya se nos hizo tarde y lo dejamos para la próxima sesión.
Si he compartido todo esto con vosotros no es meramente para informaros, sobretodo para que me dejéis vuestra opinión. Para que os hagáis una idea de la realidad de este país os escribiré algunos datos. Cada 3 horas muere una persona por causa de arma de fuego (este dato en un país de 8 millones de habitantes es algo grave). Desde el golpe de estado del 28 de junio de 2009 han muerto centenares de personas a manos del estado, siendo la primera víctima un niño abatido por un francotirador. El gobierno del país está desde hace décadas en manos de más de una decena de familias palestinos que entraron con pasaporte falso truco. El 80% de la población vive en un estado de extrema pobreza. Miles de niños caminan más de 2 horas para asistir a la escuela habiendo desayunado un vaso de agua y muchas veces ni eso. No se puede caminar de noche por la mayoría de lugares por la cantidad de delincuencia y asaltos (a parte de las maras de los puntos localizados).
Bueno, lo dicho, espero vuestro granito de arena.