martes, 27 de julio de 2010

Tegucigalpa, Ecuador

No, no estoy en Ecuador. Tampoco creo que Tegucigalpa sea la capital de Ecuador, más que nada por que ya lo es de Honduras, y hasta la fecha todavía no hay ciudad que sea capital de dos países.
Simplemente estoy en el ecuador de esta aventuras, que ha coincidido con un viajecillo a Tegucigalpa (la capital de Honduras, por si alguno va pez en Geografía...). Aunque aquí nadie la llama así, prefieren hacerlo con su diminutivo (Tegus) o simplemente Cenicienta, ya que de día es horrible y en cambio de noche muestra todo su esplendor. Pero esto último no he podido comprobarlo, ya que de noche es una ciudad realmente peligrosa en la que es muy fácil ver tiroteos (podéis ver una foto en la que se puede leer el cartel de las taquillas de un restaurante: "locker exclusivo para armas"). Y sinceramente, ya tuve suficiente con los navajazos del verano pasado.
Tras una semana en la Honduras profunda, otra en una minúscula pero paradisíaca isla perdida en el Caribe y un día en Tegus me encuentro descolocado. En 17 días que llevo en este país me he convertido en observador privilegiado de las distintas y distantes realidades. No hay punto de comparación, ni parece existir ningún nexo de unión entre la capital, las comunidades (aldeas perdidas en la espesura), las islas, etc... Ni siquiera Tegucigalpa es homogénea, de echo más bien todo lo contrario, en general es una ciudad paupérrima capaz de llegar a alojar un barrio de chabolas llamado "la isla" adosado al estadio de fútbol (también hice fotos, aunque no se aprecian mucho las fabelas...).
Y es por este motivo que si ya de entrada era consciente de estar depositando una diminuta gota de agua dulce en un mar salado, ahora veo que no se pueden cambiar las cosas, que haría falta mucha más gente, muchísima más ayudando, y a la vez menos gente creando tanta maldad, corrupción e injusticia. Pero no por ello habríamos de desanimarnos ni abandonar, ya que si no hubiese gente como mi amigo Santi trabajando desinteresadamente por un mundo más justo y humano todavía sería mucho peor. Es por este motivo que seguiremos aportando nuestro granito de arena dibujando una sonrisa en la cara.
Y no escribo nada más porque esta vez he comentado al pie las fotos, de manera que hasta pronto! No dejéis de escribirme por favor!

sábado, 24 de julio de 2010

5 días en el Caribe

Creía que ya estaba en un lugar exótico y que había conocido la belleza de Honduras, pero no era cierto; unos días en la isla de Chachauate (Archipiélago de Cayos Cochinos, donde se rodó la serie Supervivientes) han servido para demostrarme lo contrario.
El viaje de ida tenía que ser de un día pero al final nos vimos obligados a hacer noche en un hotel en San Pedro Sula porque encontramos obras en la carretera pavimentada. Nos hospedamos en el Hotel Nuria: un recinto electrificado y dotado de guachimanes (así llaman aquí a la seguridad privada), que tenía su gimnasio, su piscina con cascada, toboganes, jacuzzis, etc. Pero tampoco tuvimos tiempo de disfrutarlo mucho, ya que teníamos que abandonar el hotel a las 4:30h de la mañana del domingo para poder coger un bus a las 5h. Con este bus y más tarde en autoestop llegamos a Nueva Armenia, población costera en la que finalmente nos subiríamos a la lancha que nos llevaría a Chachauate. Y no os podéis imaginar mi cara cuando vi que nuestra isla medía menos de 100m de largo y 20 de ancho.
Nuestro propósito era dar clases de inglés y matemáticas en la escuela de la isla cercana de Cayo Mayor, pero como casualmente la semana anterior habían recibido clases de inglés de una americana que estaba de paso, continuamos con las clases de inglés. De manera que por las mañanas cogíamos una barca para ir a dar clases en la escuela de Cayo Mayor a alumnos de 1º a 6º de primaria y por las tardes dábamos en Chachahuate a toda su población (menos de 100 personas) en la guardería. También donamos a la escuela el material que trajimos de España (lápices y lápices colores, gomas de borrar, sacapuntas y cuadernos).
Pero a parte de impartir clases de inglés hicimos amigos y contactos, conocimos gente, degustamos la cocina garífuna, descansamos, tomamos el sol, nos bañamos en la playa teniendo mucho cuidado con medusas y peces raya, buceamos, visitamos las otras islas (algunas minúsculas, la típica de las películas con sólo un puñado de palmeras), conocimos la flora y fauna autóctona, dormimos en la playa, vimos atardeceres y amaneceres (estos últimos yo solito..., el sol salia a las 5h).
El día que llegamos a la isla conocimos al director general de Santillana para todo Centroamérica, que había ido a comer a Chachahuate y tras hablar con él y explicarle nuestros proyectos nos dio su correo y se ofreció a hacernos un donativo de libros.
Por la tarde nos encontramos unos madrileños que estaban pasando unos días por la zona. Una chica resultó ser redactora del diario ABC y nos dio su tarjeta de contacto para publicar una noticia sobre nuestra labor en el país. Así que si finalmente se publica ya os informaré.
Y al día siguiente conocimos otra madrileña que llevaba viajando desde el 4 de mayo por todo Centroamérica, y le gustó tanto lo que estábamos haciendo que se quedó unos días con nosotros para echarnos un cable con las clases de inglés.
En cuanto a la fauna vimos desde tortugas marinas hasta tiburones, pasando por medusas y colibríes, boas rosadas, jambos (una especie de iguanas), cangrejos, peces raya y quecos (un tipo de dragón que emite unos gritos muy raros).
En la isla la vida es muy diferente a cuanto podáis imaginaros, pero para que os hagáis una idea no hay agua corriente y el generador eléctrico sólo produce energía de 7 a 9 de la noche, la mayoría de casas no tienen suelo (hay la misma arena de playa que en el suelo de toda la isla) y todas sus casas son cabañas de madera de un sólo piso y techo de hojas de palmera.
Si os habéis fijado en las fotos que he colgado al margen derecho del blog podréis ver que los garífunas son una etnia africana. Proceden de un naufragio de esclavos que venía de cabo verde, por lo visto se asentaron en las Antillas francesas, y tras ser expulsados de allí vinieron a las costas Caribeñas de Honduras, donde residen desde hace 211 años. Y todavía conservan sus costumbres y su idioma, bailes, etc...
Por último, antes de acabar este post, y no por ello menos importante, merecen ser mencionados los niños y niñas de la isla, que desde que la pisamos hasta que nos fuimos no se separaron de nosotros, con sus risas, bromas, juegos y travesuras. Así como la hospitalidad de Doña Lesbia y sus hija Jessica que nos cocinaron y miraron que no nos faltase nada durante nuestra estancia. Gracias a todos ellos y al entorno que nos rodeaba tuvimos el placer y privilegio de pasar una semana inolvidable y, como siempre, recibir mucho más de lo que dimos.

sábado, 17 de julio de 2010

Cayos Cochinos

Hola familia:
Me despido de tod@s porque nos vamos una semana entera a una isla perdida en el Caribe (por la zona de Callos Cochinos). La verdad es que descansaremos bastante, pero ante todo vamos a trabajar en una escuelita perdida en una isla paradisíaca de una etnia Hondureña (la etnia garífuna). De manera que estaremos una semana sin internet, por lo que prometo colgar fotos y escribir a partir del viernes/sábado que viene.
En cambio vosotr@s sí podéis ir escribiendo comentarios. Los leeré y contestaré a la vuelta.

viernes, 16 de julio de 2010

Fotos comunidad de los Infiernitos






















Comunidad de los Infiernitos

Hoy ha sido un día duro, duro de verdad, de esos que hace que uno se plantee qué carajo hace a 9000km de su casa. Pero a la vez muy muy provechoso y gratificante.

Empezó a contar el tiempo para nosotros a las 5:30 am, cuando sonó el despertador para salir a las 6:00 de casa y poder hacer jalón (autoestop) junto con una maestra de la escuela de la comunidad (aldea) de los Infiernitos (así se llama), situada a 30 minutos en coche y luego otros 10 caminando. Mientras los cuales nos encontramos una serpiente coral auténtica (de esas que si te pican ya te puedes ir confesando rápido). En la escuela empezaban las clases a las 7:00 de la mañana. Sí señores tal como suena, aquí el horario escolar es de 7 a 12. Las aulas estaban organizadas de la siguiente manera: 1º 2º y 3º de primaria en un aula (20 niños en total) y 4º 5º y 6º en la otra (otros 20 alumnos). Y yo les di la primera clase de inglés de su vida a los del primer ciclo. Os podéis imaginar la experiencia de dar una clase de inglés a 20 niños de entre 6 y 9 años, niños de una zona paupérrima del planeta, que no tenían ni siquiera nociones de inglés. Así que hemos abordado los números del 1 al 10, se los he escrito en la pizarra y los hemos pronunciado entre todos. Como los de 3º acabaron pronto de copiarlos en su cuaderno (sólo tienen un cuaderno para todas las materias) les enseñé también los días de la semana. Más tarde salimos a las gradas (escalones del patio) y les expliqué el cuento de los 3 cerditos para que luego dentro del aula los de 1º copiaran algunas palabras referentes al cuento en su cuaderno; los de 2º dibujaran los 3 cerditos, sus casas y al lobo feroz; y los de 3º escribieran el cuento con su título, inicio, desarrollo y final. Quizá no os lo acabéis de imaginar hasta que veáis las fotos... Mientras Marcos estaba con el otro grupo enseñando también nociones de Inglés, y tras la clase de inglés les contó la historia de Harry Potter, asignando un personaje a cada uno de los españoles (como podéis suponer yo era Harry). Durante el recreo fuimos a una pulpería cercana en la que nos dieron de almorzar a los españoles y a los 2 maestros de la escuela espaguetis, arroz y tortitas de maíz (cocinado todo en una cocina realmente auténtica, colgaré una foto). Una vez finalizadas las clases tratamos de agarrar un carro en el que viajar de regreso en la paila, y tras esperar durante 2 horas en la pista de montaña y ver que ya no iba a pasar ni un sólo vehículo decidimos volver caminando. Tardamos 2 horas por cuestas y bajadas. Con eso os lo digo todo: podéis imaginar que tras habernos levantado a las 5:30 de la mañana y haber estado caminando durante 2 horas por la montaña estamos realmente cansados... Hace un rato comimos y ahora breve descanso porque dentro de media horita he de dar una clase de inglés a un grupito de alumnos de 7º grado, que estudian a través del IHER (Instituto Hondureño de Educación por Radio).

Intentaré colgar las fotos del día de hoy dentro de un rato. Mil gracias por seguirme desde España y por todos vuestros comentarios, de verdad que conseguís acortar la larguísima distancia que nos separa, no dejéis de hacerlo.

jueves, 15 de julio de 2010

Fotos de la auténtica Honduras profunda















La auténtica Honduras profunda

Ayer fuimos a Los Portillos, una comunidad situada a 20km de Sabanagrande (donde estamos). Una comunidad es una aldea perdida en la montaña, a la que no se puede llegar con vehículo. Tuvimos que hacer jalon (autoestop) durante una hora por una pista de montaña y otra hora caminando para poder llegar, por lo que nos levantamos a las 7 de la mañana. Llegamos a las 9:30 hechos polvo (pues ir sentado en la ranchera, paila o pick up de un coche y caminar por la montaña cansa lo suyo), y los alumnos ya llevaban 2 horas y media en clase. Todos con su uniforme impoluto y una sonrisa en la cara por nuestra llegada.
Les explicamos 3 cuentos (bueno, en realidad se los expliqué yo) a todos los alumnos de primaria (unos 60) y tras los cuentos jugamos con ellos en el patio. Más tarde nos invitaron a comer en la misma escuela, alguien había hecho comida en su casa y trajeron la olla, comida, platos y mantel y comimos en un aula juntando las mesas. La comida consistía en una sopa de carne con patatas bastante picante, un platito de arroz, tortitas de maiz y refresco de naranja. La verdad, se portaron muy bien con nosotros. Luego ayudamos a devolver los platos y ollas y me sorprendió muchísmo el letrero que habían dibujado a pulso y con rotulador sobre la puerta de su propia casa (Gracias Jesús: por dar LA VIDA por mí). También me llamó mucho la atención ver un cocina de la época prehistórica fuera de una casa, cubierta solo por euralita (sin paredes).
A la vuelta nos dimos un baño en el río, y como no llevaba bañador me bañé con los tejanos. Que buenamente se fueron secándo durante una hora de camino por la montaña, para luego volverse a mojar por la diluviante lluvia. El pick up en el que volvimos de jalón no tenía casi batería, no se podía poner la segunda marcha y las ruedas de la tracción delantera estaban completamente lisas, por lo que tuvimos que bajarnos todos en más de una cuesta.
Cuando llegamos a casa nos cambiamos de ropa y tras descansar un poco caminamos otros 45 minutos para encontrar un restaurante y celebrar mi santo.

lunes, 12 de julio de 2010

Día 1

Hola español@s:
Ayer pasamos nuestro primer día en tierras catrachas (hondureñas). Ideas y sentimientos fluyen por mi mente sin orden ni control.
Lo que más me ha llamado la atención son las gentes de aquí, las viviendas y la fauna y flora.
La gente parece tener un ralentizador, apuesto a que su corazón late apenas una veintena de veces por minuto. Les encanta hablar durante horas, suelen repetir las cosas 3 veces y hablar de obviedades. Es por este motivo que los españoles les resultamos muy agresivos por la velocidad a la que hablamos y lo rápido que cambiamos de tema. Los coches van a 10km/h y las calles son de cemento empedrado. Aquí va todo unas 200 veces más lento que en Andalucía o en Ses Illes. Pero es quizá por este motivo por el que me resulta tan atractiva la manera de vivir de aquí. Nadie tiene prisa y son felices con lo poco que tienen.
Luego las viviendas son precarias, dividen habitaciones con sábanas tendidas de cuerdas. Las edificaciones son de un solo piso y todas tienen tejados de euralita de 2 aguas. Sin embargo no necesitan más.
Y la flora es muy abundante, actualmente estamos en época de lluvias, por lo que durante 2 o 3 horas diarias parece que el cielo se rompe y Poseidón hace de las suyas. En frente de la Casa de Todos (nuestra casa) hay plataneros y mangos, y todo el país es verde.
Por último la fauna me da pavor: hay guecos que gritan por el día y por la noche, hay chinches picudos (que si te pican te pasas días en cama con fiebres y mueres al cabo de 20 años), mucha variedad de mosquitos y sapos, unos sapos venenosos de un palmo de altura que os aseguro no me hacen ninguna gracia (ayer ya vi 2 seguidos), también hay tarántulas venenosas, boas... Mamá tú no leas.
Pero hemos venido a la aventura y aventura es lo que tenemos por delante. Os mantendré informados de las clases que hoy comenzamos a impartir.
PD: recuerdos de Marcos a sus admirador@s.

Fin del viaje

Hola por fin desde Sabanagrande, Honduras! Víva Honduras! Y el Salvador por si acaso!
Ayer por la noche finalmente llegamos Marcos y yo tras un largo viaje en el que nos pasó un poco de todo. Para empezar nada más llegar a la T4 nos anunciaron que había over booking. Y tras una extraña espera frente a la puerta de embarque nos anunciaron al señor Picall y al señor Aragons (así nos denominaron) que teníamos asientos. Eso sí, uno en cada punta de un avión Airbus A-340. Y cuando llego al que me habían asignado estaba ocupado por una moza que me pidió se lo cambiara para poder sentarse junto a su amiga (se ve que eran íntimas), y no os lo váis a creer, pero estaba en bussines plus. Busines plus, distancia de 2 metros entre butaca y butaca, carta de vinos, menú diseñado por Sergi Arola, pantalla propia con más de 20 películas, series, documentales, etc. (podéis poner en google: Iberia bussines class). Así que como os estaréis imaginando volé bien, no me puedo quejar.
Escala de 4 horas en San José de Costa Rica (no de Tosta Rica Yago) y finalmente avioneta de élices a Tegucigalpa, donde nos estaban esperando Santi, Sergio y Gemma para llevarnos en un busito (furgoneta) a la Casa de Todos, donde moraremos humildemente durante 30 días.

domingo, 11 de julio de 2010

viaje primera parte




Hola muchach@s:
Akí me ando escribiendo otra vez, que no escribo meando, no. De echo nada más lejos de la realidad.
Estoy en el AVE Bcn-capi (buf, qué pijo/quico ha sonado esto...), viajando a 311 km/h sin despegarme del suelo, en primera clase, remordiéndome la conciencia. Cierto es que era más barata que segunda clase por tratarse de una tarifa web de ocasión, pero también es verdad que me hubiese costado 100€ menos y 5 horas más viajar en bus. Lo cual me lleva a plantearme qué se podría hacer en Honduras con 100 euros, o con 5 horas....
En cualquier caso por un lado me remuerde la conciencia, por otro lado sin embargo también. Nada más arrancar el tren ha pasado el carrito de la merienda, o eso creía yo, repartiendo frutos secos y buen vino a diestra y siniestra (más a siniestra que a diestra, el que haya viajado en primera clase en ave sabe por qué). Pero no, sólo se trataba del aperitivo, luego ha pasado una azafata con toallitas calientes para lavarse las manos con estilo. Después ha pasado la merienda, que aunque no se podía elegir (ver foto) traía una buena carta de bebidas. Con lo que he podido degustar un buen Ribera del Duero. La verdad es que esta vida atrae, pero a la vez causa hastío, sólo había que ver a las personas que me rodeaban, personas que no daban las gracias por nada, eso sí todos muy bien vestiditos. Sin embargo las azafatas soles, no tanto por su belleza (que también) sino por su amabilidad (tras pedir repetir de merienda y asegurarme que solo se asignaba una por persona, me han traido bombones y frutos secos (ver foto también, jejeje).
Sin embargo se ha echado de menos el servicio wifi para poder postear en vivo.
Si viajáis en AVE no seáis tontos comprad el billete más barato, aunque este sea como en mi caso en primera ;)
Pero yo por mi lado me siento culpable porque soy consciente que podría haber ido en bus a Madrid ya que con la diferencia de precio se podría hacer mucho en el país al que me dirijo.
De la misma manera que me estoy sincerando con todos vosotros espero recibir la misma moneda de cambio.
Sin otro particular, más que comentar la preciosidad de las vistas (ver fotos también, vamos, si queréis, que aquí de momento no se obliga a nadie...).

viernes, 9 de julio de 2010

Alea jacta est

Bueno chic@s, la suerte está echada, no sé exáctamente dónde está echada, ni quién la ha echado, pero creo que así es. En 3 horas partiré raudo, sin demora y con premura (como dice mi amigo Yago) en dirección a la capital del imperio para allí pasar noche y por la mañana cojer el primer vuelo que me llevará a Costa Rica. Escala de 5 horas y vuelo a Tegucigalpa.
Nada más llegar a la capital de Honduras preguntaré al primer lugareño cómo se llama, no su nombre de pila, sino su gentilicio, para que Yago se quede tranquilo y pueda dormir por las noches.
Y a partir de ahí a vivir la aventura.
Os mantendré informados.

miércoles, 7 de julio de 2010

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Hola a tod@s:
Lleno de ilusión empiezo el que será el diario de abordo de mi estancia de 30 días en Honduras. Y lo inicio 2 días antes de partir en busca de lo desconocido por diversos motivos. En primer lugar porque muchos ya estáis entrando y no es plan de tenerlo vacío, y en segundo lugar para irme familiarizando con la edición y redacción.
Sé que voy a colaborar con un amigo mío (podéis ver su blog: santidesdehonduras.blogspot.com) que está trabajando para el IHER (Instituto Hondureño de Educación por Radio), de manera que a lo mejor me tocará dar algunas clases a alumnos de bachillerato. Por otro lado intuyo que yendo a una zona tan precaria ayudaremos a cubrir las necesidades más básicas de la gente (como pueden ser alimentación, ropa, medicamentos, etc.).
Pero a partir de ahí todo es bastante incierto. Por eso tengo muchas ganas de aterrizar allí y poderos relatar la aventura del viaje y la realidad que me encuentre.
Por otro lado os avanzo que intentaré no alargarme en los posts (entradas), escribirlos de una manera informal y documentarlo todo con fotos y algún que otro vídeo. Y espero no caer en el error de impregnarlo todo con mi opinión y prejuicios y os animo a que me escribáis, contestéis, corrijáis y animéis.